5 cosas que puedes hacer para evitar que las compañías usen tus datos para la IA y otros fines

Durante los últimos meses, el riachuelo de empresas que se ha ido uniendo a la ola de la inteligencia artificial ha crecido de forma constante. Tanto si es para la IA como para la publicidad personalizada, las cookies y otras formas de rastreo y captura de datos están a la orden del día, y está en nuestra mano tratar de esquivarlas.
Aunque es cierto que en la Unión Europea estamos más protegidos que en Estados Unidos debido a la Regulación sobre mercados digitales (DMA) y al Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), las empresas hacen todas las maniobras legales posibles para usar nuestros datos ya no solo para alimentar modelos de IA, sino para mejorar las automatizaciones y el perfilado de s para la venta de publicidad.
Un ejemplo es el de Meta, que anunció hace unos meses que comenzaría a usar los datos de sus s en Instagram y Facebook para mejorar su IA (ofreciendo a los que querían negarse rellenar un formulario opaco, y dando por hecho el consentimiento de todos en lugar de pedirlo expresamente).
Pero también X (Twitter) va a empezar a usar datos de sus s para este tipo de fines. Podemos añadir la plataforma de chat Slack, así como a Adobe o LinkedIn (de esta última se libran los europeos).
Es por ello que la preocupación por nuestra privacidad y por los usos que las plataformas hacen de nuestros datos está de sobra justificada. Y en este escenario, surge la pregunta de cómo podemos proteger mejor nuestros datos o expresar nuestra inconformidad con estas acciones.
Aunque no hay una solución sencilla que sirva para atajar el problema al completo (ya que entra mucho en juego la regulación), sí que hay acciones que podemos tomar a nivel personal y que pueden evitar, al menos en parte, una fuga descontrolada de nuestros datos personales.
Proteger mejor nuestros datos
Podemos enumerar 5 medidas de protección, que apuntan con gran razón desde el Washington Post, y de las que podemos tomar nota:
- Investiga los ajustes de las apps que utilizas y retira tu consentimiento
- Pásate a un navegador alternativo centrado en la privacidad
- Elimina las apps que menos utilices
- Dedica tiempo a aprender sobre privacidad en Internet
- Apoya a organizaciones de consumidores
Las explicamos más a fondo a continuación.
Tomar una actitud proactiva
Al final, todas estas acciones pueden resumirse en que, en el momento actual, es necesario adoptar una aptitud proactiva. Lo que hemos visto en casos como el de Meta, es que las compañías probablemente no te pidan explícitamente el consentimiento, sino que lo den por hecho, obligándote a ser tú el que se preocupe por cómo están siendo gestionados sus datos y muestre su desconformidad.
Si nunca has investigado en el menú de ajustes o configuración de tus plataformas, deberías hacerlo. Da igual que sea Twitter, Instagram, Netflix o incluso tu propio sistema operativo. Casi todos los servicios que usas van a tener algún apartado en sus ajustes dedicado a privacidad, cookies publicitarias o similares. Indaga en él y desactiva todas las casillas que consideres oportuno.
También tenemos que abrir la mente y ser conscientes de que no todo es Safari o Google Chrome. Existen multitud de navegadores alternativos (Firefox, Brave, Opera…) que incluyen opciones avanzadas de protección contra rastreadores. Puedes usar uno de ellos (configurándolo para activar todas estas barreras) y navegarás más seguro. Incluso si usas Chrome, no dejes de hacer uso de todas las herramientas que te ofrece, y lleva a cabo su «Guía de privacidad» para ajustar todos estos parámetros (puedes encontrarla en configuración).
Recuerda, además, que cuanto menos tiempo pases en redes sociales, menos datos sobre ti podrán recabar (de ahí que puedas optar por simplemente eliminar esas apps que, de todas formas, no te gusten del todo). Finalmente, y además de aprender sobre privacidad para estar concienciado o concienciada sobre el tema, puedes optar por apoyar organizaciones o asociaciones de consumidores, ya que estas tienen la capacidad de interponer quejas formales.
En España tenemos a la OCU, por ejemplo, que en su día ya se pronunció sobre la dudosa táctica de Meta para utilizar nuestros datos a su gusto.