La publicidad mueve Internet y es muy necesaria, pero en algunos casos su incorporación a golpe de calzador está levantando ampollas. Hoy es Microsoft la que está siendo criticada porque ha decidido introducir anuncios en un servicio que, hasta ahora, no los tenía. Y no es precisamente un programa poco utilizado.
Hace poco Microsoft pisó el acelerador en lo que se refiere a introducir una nueva versión de Outlook que absorbería el servicio que daban tanto Mail como Calendar. Su disponibilidad es casi global, pero todavía hay muchos s que no han recibido la versión actualizada del software. Los que sí lo tienen se han encontrado con una sorpresa no muy agradable: publicidad.
Como en la versión web
Si eres de los que siempre han usado la versión web de Outlook, no te sorprenderá mucho lo que estamos comentando, dado que Microsoft ya lleva tiempo mostrando anuncios en esta edición. Pero, normalmente, la descarga del programa oficial de la empresa de Windows garantizaba tener ese tipo de experiencia fluida y no invasiva que gusta a todos los s.
No obstante, ahora los anuncios ya aparecen como estándar y no son precisamente agradables. Hay dos tipos. Por una parte, los que pueden aparecer en la columna lateral, donde su posición los hace muy identificables y no suponen ningún problema. Por otra parte, anuncios que se camuflan como si fueran correos electrónicos que has recibido y todavía no has leído. Y justo ahí es donde se encuentra el problema, puesto que Microsoft juega demasiado al despiste con este tipo de publicidad. Esto es algo que puedes ver en la captura de pantalla del párrafo anterior, donde está marcado con color rojo el anuncio que es publicidad (por supuesto, ese color rojo no está en el programa).
Si no quieres publicidad… paga
Microsoft pone las cartas sobre la mesa tal y como últimamente se está viendo en otros casos y les dice a los s que, quienes busquen una experiencia sin publicidad, solo tienen que pagar. Si se hace clic en el botón que aparece guiándote a disfrutar sin anuncios publicitarios, lo que ocurre es que acabamos en la web de la empresa descubriendo el precio que vamos a tener que pagar.
En total, tenemos que hacer un pago mensual de 2 euros o de 20 euros al año. Lo hacemos a cambio de conseguir la terminen buscando alternativas. En cualquier caso, Outlook lleva mucho tiempo sin alcanzar los niveles de efectividad y rendimiento de los que hizo gala en el pasado, por lo que quizá haya llegado el momento del cambio.