Por qué los conspiranoicos dicen que el 5G servirá para activar “nanopatógenos” en nuestro cuerpo

Es uno de los rumores que circulan entre grupos negacionistas y conspiranoicos, que no dejan de apuntar a la red 5G como partícipe en la supuesta red de engaño y manipulación internacional en contra de la ciudadanía.
Si buscas el término ‘5G’ en Twitter, para buscar comentarios sobre la gente sobre este o información que puedan estar proporcionando algunas empresas, es probable que te encuentres con algún mensaje cuestionando sus efectos sobre el ser humano.
La teoría de que esta nueva tecnología de red móvil, que ya está ampliamente desplegada en muchos países de la UE, entre ellos España, causa perjuicios sobre la salud sigue muy vigente entre los escépticos y conspiranoicos.
Bulos sobre el efecto del 5G
De hecho, el pasado 5 de noviembre, una enfermera británica que ya no ejerce, llamada Kate Shemirani, publicó el siguiente tuit: «Estafa del Covid. Estafa de las vacunas. Confinamientos. ¡Es el 5G! La red 5G está en constante desarrollo. Este es el verdadero asesino. Este es el detonante. Ya nos han cargado a muchos de nosotros durante décadas. ¡Todos los nanopatógenos que ya están en nuestro cuerpo pueden ser activados por una señal de 18 gigahercios en la red 5G! Lo que llamamos virus, hongos, moho, bacterias… Todos proliferarán en un intento de sobrevivir cuando comience a aumentar más allá de los 18 GHz», asegura esta tuitera.
Entonces, ¿en qué se basan para defender estos argumentos? En general, podemos encontrar estudios científicos que apuntan a posibles riesgos que causaría una sobreexposición a este tipo de señales, pudiendo provocar un calentamiento de algunos tejidos del cuerpo humano. Un estudio de 2021 llevado a cabo por el Parlamento Europeo relaciona la sobreexposición con posibles riesgos sobre los humanos. No obstante, las empresas de telecomunicaciones despliegan sus redes de forma que es imposible que se produzca dicha sobreexposición.
Como indican desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2020: «Hasta la fecha, y tras numerosas investigaciones, no se ha podido establecer una relación causal entre la exposición a tecnologías inalámbricas y efectos adversos para la salud«.
En relación con la potencia de 18 GHz de la que habla Shemirani, ya existen redes 5G capaces de operar en bandas de 26 GHz, las cuales se usan para proveer de Internet a centros que requieren una gran capacidad, como empresas o estadios, y que sirven por ejemplo para reproducir vídeo de alta resolución en tiempo real.