A día de hoy, miles de españoles están celebrando que no les ha tocado mesa electoral. ¿Pero estás seguro de que estás «a salvo» y que no tendrás que acabar echando el día en uno de los centros donde los demás ciudadanos asistan a votar?
¿No te ha llegado notificación para la mesa electoral? Nos gustaría darte la enhorabuena. Pero no lo vamos a hacer, al menos, no de momento. Porque, aunque pienses que ya estás libre de acabar en una mesa electoral con otros ciudadanos, la realidad es muy distinta. Como te vamos a explicar en las próximas líneas: incluso el mismo día de las elecciones podrían llamarte.
Todavía te puede tocar
Debido a las circunstancias en las que se celebran las elecciones en este año, el margen para alegar que no se pueda formar parte de una mesa electoral es más generoso de lo habitual. No solo en tiempo, sino también en cuanto a la cantidad de motivos que permiten «librarse» de esta función. Debido a esto, existen posibilidades de que acaben llamándote a ti para cubrir una ausencia en una de las mesas electorales. No es que vaya a ocurrir necesariamente, pero la posibilidad existe.
¿Pero qué ocurre si alguno de los sustitutos también demuestra que no puede aceptar la responsabilidad que se le encomienda? Esto podría ocurrir hasta un periodo de 3 días antes de la cita. Es una situación viable y eso dejaría la mesa electoral sin poder constituirse, lo que implicaría que, mucho ojo si vas a votar temprano, porque el primer votante puede ser reclamado por el presidente para que pase a integrar la mesa electoral como situación de urgencia. ¿Y si tienes algo que hacer, un compromiso o estabas camino de llevarle unos churros a tus hijos? Eso tendrás que hablarlo con el presidente.
Así que no, hasta el último momento, cuando ya hayas votado y veas a las personas que forman parte de la mesa electoral, entre quienes es muy posible que reconozcas a más de un vecino, no deberías descartarlo. Y si te toca, piensa que es una experiencia, que se habla mucho de fútbol, de la vida, que viene bien para reconectar con la gente del barrio y que, además, al final tienes una pequeña recompensa: 70 euritos en el bolsillo para que te los gastes como quieras.