El gigante chino del comercio electrónico vive uno de los momentos más complicados de los últimos años. Alibaba ha perdido en bolsa más de 400.000 millones de euros y todo apunta a que la situación seguirá empeorando en los próximos trimestres.
La joya de la corona china pierde fuelle a pasos agigantados y sus acciones en bolsa cotizan en niveles de 2017. Lo peor es que las perspectivas de la empresa no son nada favorables y todo apunta a que seguirá perdiendo fuelle en el próximo año fiscal que comienza el 1 de abril.
Resultados a la baja
La empresa acaba de reportar resultados e inmediatamente sus acciones se han desplomado a niveles muy preocupantes perforando las carteras de millones de accionistas. A modo resumen, el principal problema de Alibaba es que sus fundamentales se están deteriorando a un ritmo muy preocupante. Así por ejemplo, el primer trimestre creció un 44%, el segundo trimestre fiscal creció un 30% y a partir de aquí comienzan a saltar las alarmas. La empresa ha explicado en su conferencia de analistas que va a crecer por debajo del 23% coincidiendo además con el trimestre de mayor actividad comercial que incluye el Día del Soltero, el Black Friday y por supuesto la Navidad donde supuestamente se produce el mayor pico de ventas de todo el año.
A pesar de que se trata de una empresa que está en crecimiento se observa claramente un deterioro de sus números y eso se traduce en un desplome bursátil superior al 50% en los últimos doce meses. El resultado por acción que han publicado muestra una caída del 35% con respecto al año pasado. Los directivos de la compañía habían dado una estimación de caída del resultado que a todos los analistas les pareció prudente, sin embargo, este dato que debería haber sido más positivo y está muy por debajo del año pasado.
Según los analistas, los datos reportados ponen en duda que la empresa siga creciendo a una velocidad razonable y además se aprecia que están quemando más efectivo para apoyar a sus vendedores. Las malas noticias no terminan aquí, mientras Aliexpress. Una situación complicada que no tiene visos de mejorar en el corto plazo y que además beneficiará a sus competidores que no dejan de crecer. Empresas como Amazon, JD, Sea Limited o MercadoLibre se frotan las manos con el declive del gigante chino.