Si tienes costumbre de ir al baño con el móvil en la mano y aprovechar esos minutillos de relax para desconectar un poco, tienes que saber que no estás tomando una buena decisión. Recientemente se ha desvelado que se trata de un hábito que los especialistas recomiendan abandonar lo antes posible. Y no hay duda de que no va a ser fácil dejar de hacerlo.
Según estadísticas, nueve de cada diez personas se llevan el móvil al baño y lo usan mientras están sentados haciendo sus necesidades. El smartphone es el líder del retrete tal y como, en el pasado, lo fueron los periódicos, las revistas o cualquier otra cosa que nos pudiésemos llevar para pasar el rato. No obstante, las características que tiene el móvil lo convierten en una herramienta muy poco recomendable para este tipo de situación.
Poco saludable
Antes es cierto que nos llevábamos el periódico, un cómic, una revista o algo. Leíamos un poco, nos levantábamos y nos volvíamos a donde fuera. Eran otros tiempos, pero también es cierto que el periódico y todo lo demás, no tenían el poder de imán que tiene el móvil. Aunque depende de lo que estemos haciendo con el teléfono, las posibilidades de que sentados perdamos la noción del tiempo son enormes. Y es ahí donde hacen especial hincapié los especialistas.
Además, hay varios factores que llevan a que sea algo tan poco recomendable. Lo primero es lo que mencionamos sobre el tiempo que pasamos con el móvil. Si estamos viendo vídeos de TikTok, seguro que se nos pasan los minutos sin que nos demos cuenta. Lo mismo puede ocurrir si estamos metidos en X o si estamos echando una partida a algo. Ese tiempo que pasamos en el baño nos expone a la posibilidad de sufrir hemorroides. ¿Has tenido recientemente y no has sabido exactamente cuál podría haber sido el motivo? ¡Quizá se trate al tiempo que has pasado de más sentado en el retrete!
Más problemas derivados
Ten en cuenta que, por otro lado, tal y como dicen especialistas como la doctora Karen Zaghiyan, las hemorroides no solo salen por estar mucho tiempo sentado en el baño. Porque, si así fuera, quizá con el periódico o el cómic también habría sido habitual. En realidad, hay un segundo motivo: la posición que adoptamos mientras estamos sujetando el teléfono. Es una posición muy concreta y que genera una mayor exposición al riesgo de que aparezca la hemorroide.
Pero que te salga una hemorroide no es lo único a lo que te expones llevándote el móvil al baño. Esto ya es preocupante de por sí, y muy molesto, todo sea dicho, pero hay más problemas a tu alrededor. Lo más grave son todas las bacterias que hay en el baño. Porque no hay que olvidar que, en el retrete, las bacterias procedentes del estómago campan a sus anchas. Están por doquier, siendo un buen motivo por el que siempre nos lavamos las manos después de ir al baño. El problema es que pocas personas limpian el móvil después de haber estado en el retrete.
Por ello, existe un gran riesgo de que las bacterias acaben en el móvil y que luego lleguen a tener o con nuestra cara, manos o incluso con el oído. Todo eso nos expone a que las bacterias se cuelen en nuestro organismo y que nos acabemos poniendo enfermos. Una forma de minimizar este riesgo es limpiando el móvil con una toalla húmeda cada vez que salimos del baño, pero ni de esa forma tenemos seguridad absoluta de que estaremos libres de riesgos.
En cualquier caso, para que no nos expongamos a este tipo de riesgo y que nuestro móvil no siga yendo por ahí cargado de bacterias, lo más recomendable sería dejarlo fuera del retrete. Posiblemente comenzar a tocar el smartwatch tampoco sea una buena opción por los mismos motivos. Quizá sea un buen momento para recuperar el periódico impreso que acaba en la basura o para ponernos a mirar a las paredes o canturrear algo. Pero el móvil, a ser posible, solo en lugares limpios.