Digi parecía el gran vencedor en la fusión Orange-MásMóvil: el mercado no lo ve así

En el efecto dominó que está causando la fusión de Orange y MásMóvil, la absorción de uno de ellos sobre el otro, causará que Digi pase a ser el cuarto operador nacional. Esta situación augura un futuro prometedor para el operador de origen rumano. Sin embargo, no todos los analistas comerciales las tienen consigo.
Barclays, en un documento en el que se analiza cómo cambiará el sector cuando se establezca de lleno la fusión de Orange y MásMóvil, también analiza cuál será la posición de Digi y si tiene margen para un gran crecimiento.
Barclays baja el suflé de Digi
Estamos a tan solo unos días de que llegue el final del culebrón sobre la fusión de Orange y MásMóvil. El 22 de febrero de 2024 es la fecha marcada en el calendario por naranjas y amarillos para que la Comisión Europea emita -o no- su aprobación a la operación.
Una de las compañías que a priori parecía beneficiarse de este acuerdo es Digi. Recordemos que el operador de origen rumano se ha hecho con los remedies de la operación (los activos que Bruselas ha obligado a vender para dar luz verde a la operación de Orange y MásMóvil). Sin embargo, no todo lo que reluce es oro.
Si bien es cierto que el operador está realizando una inversión considerable para instalar su propia fibra en las mayorías del territorio nacional, a nivel de red móvil todavía es muy dependiente del contrato firmado con Movistar como proveedor. Además, este contrato fue renovado poco antes de la compra de los remedies hasta 2026, por lo que renunciar a ello para activar su cláusula de a la red de Orange significaría que tiene que pagar una penalización millonaria por romper el contrato.
Todo cambiará en 2026. Cuando el contrato actual expire, Digi podría mantener su agresividad comercial al tener en su poder la posibilidad de elegir. Podría imponer mejores condiciones a Movistar para renovar más allá de ese horizonte o elegir al grupo resultante de Orange más MásMóvil como socio.
El escenario más probable es que pueda conseguir una rebaja de la tarifa mayorista que cobran Movistar u Orange y a su vez poder diseñar y poner en marcha una estrategia a largo plazo con mayor fuerza comercial. La aprobación de la fusión está al caer y ahí comenzará el baile de acontecimientos que determinarán qué posición ocupará finalmente Digi en el complicado puzle del mercado español de las telecomunicaciones.