No podemos conectarnos a Internet en casa sin un router que nos proporcione la señal WiFi necesaria. Por ese motivo, cuando contratamos un servicio de banda ancha fija con un operador, este nos cede un router. Muchas veces lo dan sin pagar por el coste de instalación y mandarán a un técnico para que se encargue de colocarlo correctamente. Este proceso le cuesta dinero a la empresa, por lo que evitarán repetirlo a toda costa y lo más seguro es que el dispositivo funcione perfectamente. No obstante, es posible que no te convenza y pidas un cambio de router. Lo más probable es que la compañía te pida que pague por él, pero no siempre será así. ¿En qué supuestos la operadora instala estos dispositivos de manera gratuita? ¿Cuándo tendrás que pagar? ¿Es preferible pedírselo a la compañía de telecomunicaciones o comprar uno por tu cuenta?
La mayoría de operadoras instalan el router gratis en casa cuando firmamos el alta o una portabilidad con ellos. Automáticamente, se ponen en marcha una serie de movimientos que desencadenan la instalación de un nuevo aparato para tener conexión inalámbrica y por cable a Internet. Pasado un tiempo, son muchos los motivos que pueden llevarnos a preguntarnos si es posible cambiar nuestro router por cualquier otro modelo. Tal vez las prestaciones del que tenemos no sean las que queremos o la señal inalámbrica se caiga todo el rato y creamos que es problema del dispositivo.
Lamentablemente, el proceso de cambiar de router sin modificar el contrato con la empresa suele tener un precio. Las marcas de telecomunicaciones no vuelven a modificar el dispositivo que permite que nos conectemos al WiFi sin motivo y mucho menos van a hacerlo sin un beneficio a cambio o sin cobrar ni un euro. No obstante, hay excepciones en las que podemos solicitar el remplazo de forma gratuita.
Disposición de velocidad
Una de las razones por las que una operadora podría valorar cambiar el router gratuitamente es la disposición de velocidad. Los proveedores de banda ancha fija proporcionan un router que se adapte al servicio que hemos contratado. Sin embargo, este puede no ser suficiente si contratamos un plan con una mayor velocidad. En caso de que el aparato no sea compatible con la nueva tarifa, al operador no le quedará más remedio que cambiarlo.
Esta modificación no se hará en todos los supuestos, sino cuando el dispositivo no sea compatible. Por ejemplo, si vamos a contratar 1 Gbps de velocidad, pero tenemos un router que solo acepta una conexión de hasta 500 Mbps no podremos utilizarlo. En este caso, podemos pedir un nuevo aparato a nuestro operador para que sea compatible con esta velocidad superior.
Es posible que te ofrezcan enviar un nuevo router a tu domicilio o que un técnico venga a tu casa para realizar la instalación y configuración necesarias. Si optas por recibir el nuevo router por correo, el comercial te proporcionará información sobre el envío y los pasos a seguir para la instalación.
Si eliges que un técnico realice los cambios necesarios en tu casa, el comercial programará una cita para que el técnico visite tu domicilio y realice la instalación del nuevo router.
No es compatible con la fibra
Como es lógico, si nos envían un router incompatible con nuestra fibra… Podemos pedir que nos manden otro. De hecho, será necesario para que funcione. Aunque esto ocurre en muy pocos casos, puede darse. Imagina, por ejemplo, que contratas Internet y te envían el router por Correos. Te mandan un router para fibra indirecta, router muy antiguo y tienes contratada una tarifa con un operador que ha lanzado un modelo más avanzado y nuevo, podemos pedir que nos lo instalen. Si vemos que hay un nuevo modelo, podemos reclamarlo o pedir que nos sustituyan el nuestro si está obsoleto.
En función de la compañía y del router en sí, es probable que tengamos que pagar un suplemento por tenerlo o que simplemente nos manden uno nuevo. Es el caso del router más avanzado de Vodafone, por ejemplo, que nos obliga a pagar un precio adicional de tres euros frente al uso de otros que instala la compañía.
¿Cuándo no van a cambiarme el router?
A veces, el servicio de Internet no funciona como deseamos. Se producen cortes o el WiFi no funciona como debería y llamamos a atención al cliente para solicitar la asistencia de un técnico esperando que nos cambien el router. Debes saber que la solución no siempre es sustituir el equipo por uno nuevo. Los problemas en el servicio pueden deberse a muchos factores a lo largo de la red y será el técnico, quien determine, si es necesario cambiar el router, realizar una modificación en el cableado de fibra o simplemente hacer una configuración en nuestro router.
En la mayoría de ocasiones, el mal funcionamiento del router se debe a un fallo en la actualización o a una configuración errónea, por lo que, un simple reinicio o un reseteo que fuerce una nueva actualización del firmware del router será suficiente. Debes saber que, si el técnico hace las comprobaciones necesarias en el router y sus herramientas no detectan un fallo evidente, no va a ser necesario cambiar el router y dejará el que tienes instalado con una nueva configuración para solucionar la incidencia.
Puede que sigas pensando que el router no funciona correctamente. Te conectas a Internet y tienes cortes, no llegas a la velocidad contratada o el WiFi no llega a todos los puntos. Si el técnico realiza las pruebas y con sus herramientas el servicio está correcto, el problema estará en tus dispositivos. Comprueba tus equipos, que tengan una tarjeta compatible con la velocidad contratada, que no tenga algún tipo de virus o que tengan algún problema que haga que no disfrutes de tu conexión a Internet.
En caso de que el WiFi no llegue a todos los puntos, la solución pasará por instalar algún tipo de amplificador, ya sea un repetidor WiFi o un sistema PLC. En cualquier caso, si el técnico realiza las comprobaciones con su ordenador y todo está bien, no será necesario cambiar el router y deberás revisar tus propios equipos.
La recomendación de la OCU
El pasado mes de marzo de 2022, la OCU recomendaba a los consumidores solicitar el cambio de router transcurridos tres años desde su instalación. La explicación se debe, principalmente, a lo relacionado con la velocidad. Según un estudio llevado a cabo por el propio organismo, pasado este tiempo la velocidad del router original puede llegar a ser hasta cinco veces inferior en comparación con un router nuevo.
La Organización de Consumidores y s concluye que son varios los motivos que pueden llevarnos a exigir este cambio. El primero de ellos se produce en el caso de que la velocidad que tengamos contratada diste mucho de la velocidad que se recibe. Además, también deberíamos valorar el cambio cuando se sufren parones en la visualización del vídeo o mientras realizamos una videollamada. La OCU también ha solicitado, además, que los operadores estén obligados a facilitar la configuración necesaria para que el consumidor pueda instalar su propio router si así lo desea sin renunciar a ninguna funcionalidad, algo que no ocurre en el momento actual.