Cuando el técnico acude a tu casa deja todo preparado para que Internet pueda funcionar. Depende de cada hogar y cada circunstancia, hace falta un tipo de instalación u otra. Puede que todo esté listo y baste con conectar el router. Pero puede que no. Que haya que tirar cable por el pasillo o por cualquier habitación sin poder esconderlo. Y hay una cosa que debes tener siempre en cuenta: nunca debes tocar el cable de fibra óptica de tu casa.
Solemos intentar que la instalación no dañe la estética de nuestra casa. Nadie quiere tener un cable por el pasillo pero a veces es inevitable y no puede existir otra alternativa. O en la pared del salón o de la entrada. Y cuando el técnico se va lo doblamos, lo tocamos e intentamos esconderlo. Esto es lo peor que puedes hacer porque solo conseguirás algo: estropear la instalación y que haya que volver a empezar de nuevo para volver a meter todo el cable.
Está muy feo
Puede que haya quien crea que es absurdo tocar el cable porque está feo o no queda bien, pero es algo habitual. Tendemos a
¿Puedo arreglarlo si se ha roto?
No puedes arreglar el cable de fibra si se ha roto salvo que seas experto. Será un técnico el que deba valorar si se puede fusionar o no (depende de las circunstancias o de los centímetros que haya disponibles) o si hay que sustituirlo al completo y hacer de nuevo la instalación metiendo un cable nuevo. Depende. El técnico podrá decidir si quiere empalmar las secciones rotas y fusionar o si hay que sustituirlo. Pero no es algo que puedas hacer tú solo porque generalmente ni tendrás una fusionadora ni sabrás usarlo. Por eso es mejor que no toques el cable de fibra si no quieres quedarte durante unos días sin Internet.