Con el uso intensivo que realizamos de nuestros teléfonos móviles, en ellos solemos instalar todo tipo de aplicaciones que nos hagan la vida más simple y organizada, nos distraigan o cualquier otra función que se nos ocurra. Es por ello que también pueden ser un nido de malware que infecte tu dispositivo y robe tus datos en segundo plano y sin que notes nada raro.
Sin embargo, tal y como afirman ciertas firmas de seguridad como ESET, hay ciertos tipos de aplicaciones que tienen una mayor predisposición a contener algún tipo de peligro para tu privacidad y los datos personales que contenga tu smartphone.
Tipos de apps más peligrosas
Probablemente suceda que tengas en tu teléfono más aplicaciones de las que necesitas. Hoy en día utilizamos apps para casi todo, desde comunicarnos con nuestros familiares y amigos hasta anotar la lista de la compra, por lo que esta dependencia también puede llegar a suponer un peligro.
Teniendo en cuenta que prácticamente cualquier app puede llegar a ser un peligro y que no lo notemos hasta que sea demasiado tarde. ESET ha realizado un análisis de seguridad para ver qué tipos de aplicaciones esconden el mayor número de amenazas.
Aplicaciones relacionadas con documentos
Uno de los grandes peligros los encontramos en las aplicaciones de traducción. Si bien traducir una palabra concreta no tiene que suponer un riesgo, en una aplicación de traducción insegura en la que coloquemos párrafos o documentos completos pueden revelar al otro lado violaciones de la Ley de Protección de Datos GDPR, documentos corporativos confidenciales, etc.
El amplio abanico de permisos que aprobamos hace que pueda haber alguna aplicación maliciosa que suplante a la oficial o versiones que prometen nuevas funciones con hackeo o espionaje de os y en la que prácticamente estás entregando todo el manojo de llaves para controlar cualquier resquicio de tu teléfono.
Por último, las aplicaciones de remoto te permiten controlar cosas a distancia… y también a los malos si se hacen con el control. Estas apps de a distancia pueden revertir quién dirige a quién y convertirse en un portal para que agentes externos entren en tu dispositivo, lo gestionen y roben los datos almacenados en él.