Estos son los 7 datos que nunca deberías compartir en Internet según el INCIBE

Continuando con su labor de educación sobre ciberseguridad para la población general, la Oficina de Seguridad del Internauta ha compartido una lista sobre datos con los que deberíamos ser mucho más cuidadosos de lo que ya somos. Viene muy bien echarle un ojo y recordarla.
Más de uno creerá que ya es muy consciente de este asunto, pero siguen viéndose currículums con DNI y dirección en LinkedIn, sin ir más lejos, y también fotos públicas en Twitter a partir de las que se puede conocer sin problemas dónde vive alguien. Pero no solo eso; solemos publicar nuestro email personal en redes para que nos en posibles empleadores, y subir fotos de nuestros hermanos o primos pequeños, aun cuando esto no es nada recomendable.
«Compartir determinada información puede tener consecuencias muy graves para nuestra seguridad», recuerdan desde el INCIBE, en un tuit del 27 de junio reposteado por la cuenta del Departamento de Seguridad Nacional de España. Estos son esos datos que deberías proteger más lo que ya lo haces:
- Correo electrónico y número de teléfono.
- Dirección y ubicación personal.
- Fotos de menores.
- Fotos comprometedoras.
- Documentos personales.
- Opiniones, quejas o comentarios comprometidos.
- Conversaciones privadas.
Tal vez a vosotros os haya pasado igual que a mí y os hayan sorprendido algunos de estos puntos. Como veníamos diciendo, tendríamos que dejar de mostrar públicamente nuestro correo electrónico personal. Incluso aunque estemos buscando trabajo (usando una alternativa más segura como MyPublicInbox). Pero, ¿qué hay de las fotos comprometedoras, de las «opiniones» o «quejas»? Estos consejos, aunque bienintencionados, parecen chocar un poco con la libertad de expresión.
DSN@dsn«Datos que nunca deberías compartir en #Internet» #Ciberseguridad @osiseguridad @INCIBE https://t.co/8ssHzxa5EY https://t.co/qDOZLv94Wz27 de junio, 2024 • 07:39
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Nadie debería tener miedo de comentar sobre algo temiendo que un futuro empleador vaya a retirarle de un proceso de selección por lo que ha encontrado en su Twitter. Claro está que entra en juego también la libertad del empresario de contratar a quien quiera, que no hay por qué ponerla en duda, pero es cierto que limitar nuestras opiniones (siempre que no sean descabelladas) es deshacernos de una de las mejores partes de Internet. Igualmente, todo es muy subjetivo (¿qué consideraríamos descabellado?).
Ni tan obvio ni tan fácil como parece
El caso es que el INCIBE hace bien en comentar el peligro que tienen estos datos, porque es mucho más frecuente de lo que parece publicar capturas de chats en WhatsApp (conversaciones privadas), así como tomar captura de nuestra foto del DNI para ‘posturear’ en Internet de lo guapos que salimos en la que suele ser una fotografía poco favorecedora. Normalmente, la gente es avispada y siempre difumina o borra los datos sensibles en estos documentos, pero cuanto más se haga, más se va a dar pie a olvidos y descuidos, pudiendo colar sin querer el nombre de la persona con quien hablábamos por WhatsApp, y acabar en un problema por vulnerar su derecho a la intimidad.
Tampoco es nada obvio, para mucha gente, que subir imágenes o vídeos de menores de edad es algo bastante problemático. La tuitera @MellamanSiL hace una gran labor de divulgación a este respecto. Es normal querer fardar ante amigos y familiares en Instagram de lo monos que son nuestros sobrinos, pero ojo si nuestra cuenta es pública, y ojo con usar a los niños pequeños para crear contenido viral en redes. No solo puedes estar vulnerando la privacidad de su imagen, sino que puedes estar poniéndoles en peligro.