Más de 70.000 tarjetas bancarias españolas hackeadas a la venta en Internet

Tras una investigación realizada por NordVPN que consiste en analizar 4 millones de tarjetas bancarias de 140 países diferentes que estaban a la venta en la dark web, han detectado que 78.654 pertenecen a personas de España. El estudio también concluye que una tarjeta de crédito española hackeada cuesta unos 12 dólares en Internet.
Según el estudio, España fue el cuarto país más afectado de Europa, mientras que Francia, Reino Unido e Italia fueron los países con más tarjetas hackeadas. Y es que desde 2014 se ha detectado un aumento constante del fraude con Los hackers no dan tregua y siguen intentando hacerse con los datos bancarios y personales de millones de s.
78.654 tarjetas bancarias españolas filtradas
“Desde 2014 estamos observando un aumento constante del fraude con tarjetas bancarias en todo el mundo, por lo que decidimos investigar cuánto cuesta una tarjeta bancaria en la dark web, y por qué hay un mercado negro clandestino en auge para ellas», dice Marijus Briedis, CTO de NordVPN. “La respuesta es que los hackers pueden ganar mucho dinero fácilmente con este tipo de ataques. Incluso si una tarjeta cuesta solo 10 dólares en promedio, un hacker puede ganar 40 millones de dólares vendiendo una base de datos como la que hemos analizado.”
Como ya hemos comentado anteriormente, 78.654 de las tarjetas bancarias hackeadas pertenecen a personas de España de las cuales más de la mitad (46.493) son Visa, seguidas de Mastercard (31.247) y American Express (878). Los precios de las tarjetas bancarias españolas descubiertas oscilaron entre 1 y 24 dólares. Aunque la gran mayoría (23.080) de las tarjetas bancarias costaban entorno a 19 dólares. Tras este análisis, el precio medio de todas las tarjetas encontradas fue de 12 dólares y 57 céntimos. Además, las tarjetas de débito fueron más propensas a ser hackeadas en España, ya que el 66,83% de las tarjetas descubiertas son de débito, y sólo el 33,17% de crédito. Además, las tarjetas más caras en la dark web se encontraron en Hong Kong y Filipinas (unos 20 dólares) y las más baratas en México, Estados Unidos y Australia con precio a partir de un dólar.
Lo cierto es que poco pueden hacer los s para abstenerse de estas amenazas, salvo que decidan dejar de usar por completo sus tarjetas. Lo más importante de todo es que nunca debemos bajar la guardia.
“Revisa tu extracto mensual en busca de actividades sospechosas, y responde rápida y seriamente a cualquier aviso de tu banco de que tu tarjeta puede haber sido utilizada de forma no autorizada. Otra recomendación es tener cuentas bancarias separadas para distintos fines, y guardar solo pequeñas cantidades de dinero en la cuenta donde estén conectadas tus tarjetas bancarias. Algunos bancos también ofrecen tarjetas virtuales temporales que puedes utilizar si no te sientes seguro al comprar online», recomienda Marijus Briedis.
Algunos aspectos que tenemos que tener en cuanta respecto a nuestra seguridad financiera son los siguientes:
Contraseñas robustas
Los sistemas de pago, así como los s a cuentas o correos electrónicos deben tener siempre contraseñas robustas. El uso de una contraseña segura que alterne mayúsculas, minúsculas, símbolos y números se lo pondrá más difícil a los ciberdelincuentes. Los responsables del estudio recomiendan tener un gestor de contraseñas.
Verificación en dos pasos
La verificación en dos pasos se está convirtiendo en lo mínimo que debemos hacer para protegernos de los ataques. Si nuestro banco la ofrece lo mejor es que la tengamos activa. La verificación mediante un dispositivo diferente, que suele ser nuestro teléfono móvil, un código textual, una huella dactilar otra medida de seguridad supone un paso importante para que nuestros datos más personales no se vean afectados.
Sistemas de seguridad y detección de fraudes
Estos sistemas pueden detectar casos en los que los estafadores han tenido éxito. Los bancos utilizan herramientas como la IA (Inteligencia Artificial) para rastrear los intentos de pago y descartar posibles ataques. También se está ejerciendo presión sobre los sistemas de pago a los comerciantes online.