He parado de meterme maratones de series en Netflix y ha sido la mejor decisión que he podido tomar

Me ha costado mucho, pero al final he conseguido quitarme de encima el vicio que le tenía a los maratones de series en Netflix. Y justo al desconectar es cuando he comenzado a verlo todo más claro y entender que ha sido la mejor decisión que podría haber tomado.
La conclusión de este texto no es que me haya dado de baja de Netflix o algo parecido. En realidad, la limitación de cuentas acaba de llegar al país donde me encuentro y he decidido mantener la suscripción estoicamente. Sigo viendo Netflix, pero lo que no estoy haciendo son jornadas intensivas en las que me trago una temporada entera del tirón.
Una vez empiezas, es difícil parar
Las plataformas de streaming cambiaron el juego al que estábamos acostumbrados en televisión. Por lo general, veíamos un episodio a la semana o, como mucho, dos capítulos. Luego había un montón de reposiciones, pero es obvio que no las veías o las dejabas de fondo mientras estabas haciendo otras cosas. Además, las emisiones en vivo tienen anuncios, y eso cambia mucho la dinámica respecto a las maratones de Netflix.
Con todo esto en cuenta, no puedo negar que espero con ganas el día en el que la burbuja del streaming bajo suscripción se rompa y demos paso totalmente a la generación de los canales gratis con anuncios. De nuevo pausas para ir al baño, a la cocina, un poco de charla con la familia…, pero a ser posible, eso sí, sin 20 minutos seguidos de anuncios.
Algunas alternativas a Netflix nunca terminaron de apostar por los maratones y han ido estrenando un capítulo de una nueva serie cada semana. Esto lo hemos visto en HBO Max, Prime Video de Amazon o Disney+. De esta forma, nuestra serie preferida no nos quitará más de 20, 40 o 60 minutos a la semana.