Me he comprado los AirPods 4 con cancelación de ruido y no puedo creer que sean casi tan buenos como unos cascos de diadema

Los Reyes han vuelto a portarse este año, y entre otros, debajo del árbol he encontrado unos flamantes AirPods 4 con cancelación de ruido. Tras usarlos durante estos días, voy a contaros cómo ha ido la experiencia por si estos auriculares os vienen rondando la cabeza. Ya desde el principio, adelanto que creo que ha sido una buena compra, y que estoy gratamente sorprendido con la calidad sonora de esta nueva versión de los famosos audífonos de la marca.
Los AirPods 4 con cancelación de ruido son el último modelo de AirPods en salir al mercado, no por ello los más caros (ese puesto se lo llevan los AirPods Pro de segunda generación).
Encontramos en enero los AirPods 4 a un precio de alrededor de 140 euros, mientras los AirPods 4 con cancelación de ruido se mueven en los 180 euros. Los AirPods 4 incluyen prestaciones clave como el códec de voz AAC‑ELD para las videollamadas por FaceTime, el chip H2 (mismo que llevaban los AirPods Pro de 2ª generación) o el aislamiento de voz para unas llamadas telefónicas más claras.
Tras llevar años usando unos cascos de diadema de Sony (los conocidos y ya veteranos WH1000XM4), estoy ya plenamente acostumbrado a la cancelación de ruido ambiente y, usar cualquier tipo de audífono que no incorpore esta función me da una experiencia demasiado pobre.
Ya que me iba a comprar unos AirPods después de varios años sin usar unos cascos de Apple, no me importó invertir un poco más y conseguir el modelo con cancelación de ruido, aunque no estaba seguro de qué efectividad iban a tener unos artefactos que, al fin y al cabo, son tan pequeños.
En cuanto al estuche, este es más pequeño que en versiones anteriores, por lo que te caben en cualquier bolsillo. Lo mejor es el pequeño altavoz integrado, que en conjunto con el punto de luz, te notifica con algunos sonidos sobre la carga, emparejamiento u otros, lo cual es muy útil para saber al instante el estado en el que se encuentran los AirPods.
Más allá de esto, hay un aspecto que me sigue preocupando, aunque Apple poco puede hacer más a este respecto. Usar auriculares bluetooth siempre te causará algo de preocupación por el temor a que se te caigan. Creo que el agarre de estos AirPods 4 a la oreja es adecuado y nada indica que vayan a tener predisposición a soltarse, pero igualmente, los s de auriculares tradicionales de cable siempre van a tener este punto ganado.
Con todo ello, si te estabas decidiendo sobre comprarte unos nuevos AirPods, plantéate invertir esos 50 euros extra si aprecias la cancelación de ruido, porque es más que un detalle y se nota. No hay duda de que Apple ha conseguido un producto redondo que ha marcado un antes y un después en el mercado de los auriculares inalámbricos, de la misma forma que lo hizo el iPhone en 2007 o años más tarde el iPad.