Sin duda una de las cosas que más curiosidad genera en los seres humanos es la exploración marina. En el fondo del océano puedes encontrarte de todo, incluso cables submarinos que ayudan a las comunicaciones. Hay diversos lugares alrededor del mundo donde existen gran cantidad de sitios para bucear y observar los diferentes animales y plantas que hay en esas zonas. Incluso se puede estar cerca de tiburones gracias a unas jaulas metálicas que se sumergen en la superficie. En Alemania existe un “ascensor” submarino que permitirá ver a aquellos que se encuentren en su interior a todos los peces y plantas de dicho lugar.
Esta cápsula se encuentra en el noreste del país germano y está en el Mar Báltico. Ofrece una experiencia única, sin necesidad de mojarse ni alquilar algo más caro para observar el fondo marino.
Una estructura cuidada y segura
Cuenta con forma de campana y es capaz de sumergirse hasta el fondo, que, en este caso, en la zona donde se encuentra hay una profundidad de un par de metros.
Tiene dos motores que son los encargados de impulsar toda la infraestructura debajo del agua. Pesa un total de 50 toneladas, pero necesita mucha potencia ya que al sumergirse desplaza una cantidad de agua equivalente a las 100 toneladas. Además, puede flotar igual que cualquier barco.
Esta estructura es un reclamo turístico de la zona y es una hazaña de la ingeniería que ha sido creada por muchas personas que cuenta con todos los sistemas de seguridad necesarios.
Al tratarse de un “ascensor” que cuenta con tecnología moderna, sus medidas de seguridad en caso de alguna fuga o evitar que se quede gente dentro atrapada también lo son.
De hecho, para cuando sucede esto existe un sistema que lo que hace es cerrar las ventanas y emitir una cinta en 3D para que la vean los tripulantes.
Algunos países como Turquía y Malta tienen planeado introducir este sistema de “ascensor” submarino en el futuro. Sin embargo, cada una de estas estructuras debe adaptarse a las necesidades de cada terreno, por lo que si se construyen nuevos modelos en otras zonas en el mundo no tienen por qué ser exactamente iguales que la de Alemania.