La cancelación de ruido de los auriculares inalámbricos no es para todos: puede ser una molestia

La cancelación activa de ruido (ANC) es una de las funciones de la que más presumen los fabricantes de auriculares inalámbricos. Esta tecnología está diseñada para reducir el sonido externo mientras escuchas música, un pódcast o un vídeo con los cascos puestos. Cada vez son más los s que demandan esta prestación, pero, los estudios demuestran que no es una característica que guste a todos. Para algunos, puede llegar a ser algo molesto.
Nos hemos acostumbrado de ver la cancelación activa de ruido como una función estrictamente necesaria en los auriculares. Sin embargo, hay quien le incomoda no escuchar el ruido ambiental de fondo. Algunos s experimentan una sensación de presión en los oídos al activar esta herramienta y prefieren tenerla siempre deshabilitada.
También hay personas que llegan a experimentar mareos o molestias auditivas con la cancelación de ruido. Por ello, es recomendable ajustar el volumen, realizar pausas al escuchar música con auriculares y no tener siempre habilitado la ANC. Más allá de estos casos, un reciente informe de la BBC ha descubierto que podría generar un problema de salud si se usa siempre.
¿Ignorar el ruido de fondo tiene consecuencias?
Además, de estar relacionado, la situación podría ser una molestia temporal. Puede que, al dejar de usar esta función de los auriculares, la capacidad de detectar sonidos se recupere. Sin embargo, el informe de la BBC ha generado preocupación.
Esta tecnología es muy útil y supone un gran avance en cuanto a la calidad del sonido, pero no siempre es estrictamente necesaria. Lo mejor es no hacer uso excesivo de los cascos en general e intentar usar la cancelación activa de ruido solo cuando el sonido externo sea realmente molesto. De este modo, nos protegemos ante posibles problemas de salud derivados de esta tecnología. De momento, son solo sospechas y no hay nada que demuestre que los el incremento de casos de TPA estén relacionados, pero, como bien dice el dicho, «es mejor prevenir que curar».