¿Nos espían desde el móvil o el altavoz inteligente? Un nuevo informe dice que sí

El eterno debate sobre si nuestros dispositivos tecnológicos nos espían está abierto de nuevo. Un informe recientemente publicado ha echado más leña al fuego y aportado algunas afirmaciones que son preocupantes. ¿Pero de verdad nos espían o hay mucho amante de las conspiraciones que no tiene otra cosa que hacer que soñar con el regreso de los tiempos de la cabina telefónica?
Son muchos los que se soprenden al comprobar cómo su móvil les muestra publicidad de algo de lo que han estado hablando. Por eso, la historia que os contamos a continuación resulta especialmente interesante.
Vamos a comenzar por el principio porque todo esto es bastante complejo. Hace unos días una empresa de marketing conocida como Cox Media Group publicó en su web una serie de textos en los que hablaba de la tecnología de escucha activa. Lo planteaban de manera informativa, como el típico post de agencia en el que te cuentan cómo generar una campaña de marketing de éxito. Pero, con su publicación, estaban lanzando algunas afirmaciones que sorprendieron al mundo. Ya han borrado las publicaciones, pero el «daño» está hecho.
Avivando el fuego de la conspiración
Hay que decir que lo publicado por la agencia era bastante rocambolesco. Podría haber sido fruto de algún becario planteando una hiperrealidad futurista de cómo sueñan con que sean las cosas, pero había demasiada información concreta. En el texto, por ejemplo, se hacía referencia a la existencia de un mundo en el que los murmullos de los s pudieran ser utilizados por las marcas para enviarles mensajes publicitarios que pudieran dar en el clavo.
En otro orden de cosas, si todo esto del espionaje fuera cierto y hubiera gente de marketing que nos estuviera escuchando, lo lógico sería que los anuncios que nos mandan y que nos encontramos al usar nuestra tecnología acierten. Y, hoy por hoy, no lo hacen. Por mucho que se esfuercen, los algoritmos siguen sin dar en el clavo en todas las ocasiones y la publicidad tampoco llega en los momentos clave con los que fantaseaba el texto publicado por la agencia. Puestos a escribir ficción, yo haría un relato de una pareja que se conoce porque él habla mucho con su altavoz y la espía que le escucha se acaba enamorando de él. Netflix, ¡hazlo realidad!