Los relojes inteligentes han pasado a formar parte de los rios básicos que llevamos siempre encima. No solo nos dan la hora, sino que cuentan los pasos que damos y monitorizan datos importantes de nuestra salud. Al tratarse de un dispositivo que llevamos en todo momento en nuestras muñecas, es importante limpiarlos frecuentemente, para evitar que estén sucios y que acumulen bacterias. No olvides que llevas el smartwatch las 24 horas, incluso cuando practicamos deporte, por lo que el nivel de suciedad puede llegar a ser extremo.
Ya son pocos los s que llevan relojes convencionales en su día a día. Cada vez más personas prefieren utilizar un smartwatch para controlar sus pulsaciones o calcular cuántas calorías queman durante sus entrenamientos en el gimnasio o al salir a correr. Según los estudios, hay más de 215 millones de individuos en el mundo que utilizan estos aparatos. Y, aunque no tenemos datos concretos sobre ello, posiblemente la cantidad de s que limpian habitualmente su smartwatch no sea muy alta. Porque, por desgracia, es fácil olvidarse de ello.
La mayoría de las personas utilizan su reloj inteligente para monitorizar su actividad diaria y, además, el deporte. Por lo tanto, es un tipo de dispositivo que se encuentra mucho más expuesto a la acumulación de todo tipo de bacterias. Además, la limpieza también puede alargar la vida útil del aparato, evitando arañazos o problemas relacionados con el imán o puerto de carga. En este artículo te damos algunos consejos que te ayudarán a que la limpieza sea más rápida y sencilla.
Qué hacer para limpiar el reloj correctamente
Vamos a ir por partes. Lo primero que queremos explicarte es la mejor forma de limpiar el propio reloj, ya sea uno normal o un smartwatch para niños. La limpieza de las correas es algo más complicado porque hay muchos tipos de material y resulta un poco más complejo generalizar, aunque luego te daremos algunas indicaciones. Comenzando con el reloj, lo primero que tienes que hacer es apagarlo. No te dejes llevar por la resistencia al agua y todo lo demás, porque no te cuesta nada apagarlo y siempre viene mejor prevenir que curar.
Más allá de que eso ya haya comenzado a oler un poco o que el rastro de suciedad que haya quedado en tu piel sea claramente visible y un poco desagradable, lo que debes pensar es que tu smartwatch se va a ver afectado. Al fin y al cabo, estás utilizando un dispositivo que necesita que sus sensores estén a máximo rendimiento. Además, no pierdas de vista tampoco la correa, porque un estudio indica que el 95% de ellas acumula bacterias como Escherichia coli y estafilococo.
En suma, tanto si tiene puerto de carga como un imán para la batería, la suciedad podría evitar que se cargase correctamente y a la larga puede ser contraproducente para la vida útil del dispositivo. También algunas partículas podrían rallar el cristal o estropear la correa.