Las plantas no pueden escuchar, sentir o ver como los humanos, pero cuentan con una ventaja que nosotros no tenemos: ellas pueden fabricar energía directamente del Sol. Ese proceso de convertir la luz solar directamente en energía utilizable, que todos conocemos como fotosíntesis, pronto puede ser una hazaña que los humanos podrán imitar para aprovechar la energía del Sol para obtener combustible limpio, almacenable y eficiente.
Si es así, podría abrir una nueva frontera de energía limpia. A la Tierra llega suficiente energía en forma de luz solar en una hora para satisfacer todas las necesidades energéticas de la civilización humana durante todo un año. Yulia Puskhar, biofísica y profesora del Colegio de Ciencia de Purdue, cree que puede tener una forma de aprovechar la energía solar imitando a las plantas.
Una nueva forma de aprovechar la energía solar
La energía eólica y la energía solar, son las dos formas principales de energía limpia disponibles. Añadir una tercera, la fotosíntesis sintética, cambiaría drásticamente el panorama de las energías renovables. La capacidad de almacenar la energía fácilmente, sin requerir de enormes baterías, mejoraría drásticamente la capacidad de los humanos para impulsar la sociedad de manera limpia y eficiente. Sin embargo, las turbinas eólicas y fotovoltaicas tienen desventajas respecto a efectos ambientales y factores de complicación. Puskhar espera que con la fotosíntesis artificial estos problemas puedan desaparecer.
«Nosotros y otros investigadores de todo el mundo estamos trabajando muy duro para tratar de encontrar energía accesible», dijo Puskhar. «Energía limpia y sostenible que podemos crear con elementos no tóxicos y fácilmente disponibles. Nuestra fotosíntesis artificial es el camino a seguir».
Los científicos han estado trabajando en la fotosíntesis artificial desde los años 70. Además estos creen que la fotosíntesis, a diferencia de otros ámbitos como la comunicación, el vuelo o la inteligencia, solo ha evolucionado una vez, hace unos 3.000 millones de años.