El Imperial College de Londres ha diseñado una especie de material vivo que tendría mucha importancia en el futuro para reparar ciertas estructuras o grietas. Esto permite que un objeto hecho con este material pueda reparar sus daños por sí solo.
Los estudios han demostrado que las bacterias se pueden incrustar en el agua y responder al daño del agua germinando y produciendo piedra caliza o pegamentos especiales que se encargan de llenar grietas.
Un nuevo método de reparación autónoma
Se trata de un desafío ya que es difícil imitar y combinar las distintas características que la biología puede ofrecer. No solo hay que emular los sistemas, sino también diseñar la biología para tener especificaciones adicionales que se adapten mejor a las necesidades que buscamos sin una intervención directa. El objetivo de esto es alargar la vida útil de un producto y evitar posibles fallos en los sistemas antes de que el problema se pueda ver a simple vista, haciendo que el material sea capaz de pensar en sí mismo.
Los autores del estudio se propusieron crear nuevos materiales vivos que puedan reparar ellos solos su daño a través de sistemas de detección y respuesta biológica. Como ayuda para hacer esto, el equipo usó materiales similares que puedan detectar cambios en el entorno que ya se han usado en anteriores trabajos.
Gracias a esto, se podrían crear bloques de construcción versátiles que se podrían usar para muchas aplicaciones distintas. Anteriormente ya se crearon materiales vivos con sensores incorporados que pueden detectar señales y cambios en el ambiente, pero lo de ahora es diferente. Esta nueva creación permite que el material detecte daños y se cure a sí mismo.
Toda la investigación comenzó usando una bacteria que fue modificada genéticamente para producir cultivos celulares llamados esferoides. Estos se pueden organizar en formas y patrones como bloques de construcción, y el equipo puso a prueba sus habilidades de autorreparación en un material estructural natural llamado celulosa bacteriana.
Aun es algo lejano, pero es una forma de dar el primer paso y tratar de desarrollar una tecnología capaz de lograr esto y que sería muy útil.
Aun así, la idea es que primero se aplique en materiales pequeños como esponjas o madera y luego en ámbitos mucho más grandes.