Después de varios meses, finalmente Microsoft ha solucionado un grave fallo que estaba desgastando innecesariamente las unidades SSD de los s que hubiesen instalado Windows 10 May 2020 Update (2004). Te explicamos cómo instalar el parche que soluciona el problema.
Todo empezó en junio de este año, cuando Microsoft lanzó una actualización con numerosos fallos, incluyendo uno que hacía que el SSD se desfragmentase en exceso como si de un disco duro se tratase, a la vez que intentaba aplicar el TRIM de los SSD a los discos duros, los cuales no lo soportan.
Windows 10 desfragmentaba el SSD innecesariamente
Aunque usar TRIM en un disco duro no genera más que un simple error, desfragmentar un SSD sí genera problemas porque implica que se reestructura todo el contenido de la unidad, y se puede perder un ciclo de escritura completo en el proceso. Si tenemos un SSD de 1 TB, con una durabilidad de 400 TBW (terabytes escritos), con cada desfragmentado estaríamos perdiendo en torno a 1 TBW de durabilidad cada vez que reiniciásemos el ordenador, en lugar de hacerlo una vez al mes como hace normalmente.
El problema es que el sistema de mantenimiento automático de Windows 10 no recordaba la última vez que había realizado un desfragmentado, por lo que recurría a desfragmentarlo cada vez que el ordenador se reiniciaba. Por suerte, Microsoft ha lanzado la actualización acumulativa KB4571744 que soluciona el fallo.
Gracias a ella, ahora al entrar a la sección de acceder a un archivo grande, si éste está muy disperso en el disco duro, el lector tendrá que moverse mucho por toda la unidad para poder leerlo, lo que aumenta la latencia y disminuye la velocidad de . Si los bits están ordenadores uno tras otro, entonces la velocidad de lectura aumenta al realizar la lectura de manera secuencial.
Reubicar la información dentro de un disco duro no lo desgasta como sí ocurre en los SSD. Además, los SSD no suelen necesitar tanto desfragmentarse, ya que el controlador de estas unidades se encarga de repartir ordenadamente la información dentro asegurando un desgaste homogéneo de los chips NAND de la unidad. Además, las velocidades de son casi instantáneas en un SSD, por lo que no suele importar que la información esté algo dispersa en su interior.