Ya compramos por Internet prácticamente todo y son muchas las ventajas de hacerlo, al no tener que movernos de casa y poder recibir el pedido rápidamente y recogerlo cuando queramos. Es útil y práctico, pero no siempre es seguro hacerlo sin seguir unas reglas o unos consejos que no pongan en riesgo nuestra seguridad. Para evitar problemas futuros, repasamos cómo comprar por Internet de forma segura, qué consejos debes seguir o en qué debes fijarte.
Si habitualmente compras por Internet puede que ya sepas todos los consejos para comprar por Internet de forma segura, pero si no, recopilaremos aquí algunas ideas básicas que debes tener en cuenta para evitar estafas, peligros, riesgos e inseguridad. Repasamos en qué deberías fijarte a la hora de elegir una tienda online, cuáles son los derechos que tienes como consumidor o cuáles son los mejores métodos de pago, etc.
Son pocos los que a día de hoy aún no han comprado nunca por Internet. Tiene algunas ventajas importantes, como la posibilidad de hacer la compra cuando tengamos un rato libre, de comprar sin movernos de casa o de comparar precios sin tener que desplazarnos tienda por tienda.
En muchos casos, también encontramos mejores precios o tenemos un catálogo mucho más amplio para el que elegir que el que encontramos en una tienda física. Evitamos desplazamiento, evitamos colas y podemos comprar desde cualquier parte a través de un teléfono móvil, tablet o de un ordenador con conexión a Internet. Es rápido y muy práctico.
El motivo por el que son más seguras es tan sencillo como que los fondos asociados son prepago. Es decir, que nosotros podemos ‘cargar’ nuestra tarjeta con 20 euros, por ejemplo, y será lo único que esté disponible allí. Entonces podremos hacer con ella una o varias compras con ese importe como máximo, y nadie podrá conseguir más dinero que ese, en caso de que nuestros datos se vieran comprometidos. No hay datos bancarios vinculados, ni vinculación tampoco con nuestra tarjeta de crédito o débito.
Existen multitud de opciones, algunas de ellas específicas para clientes de determinadas entidades bancarias. Puedes consultar con tu entidad bancaria si, además de tu tarjeta de crédito o débito, puedes disponer de una tarjeta virtual.
En cualquier caso, a continuación te contamos cuáles son algunas de las mejores tarjetas virtuales que existen actualmente. En todos, o casi todos los casos, solo vas a tardar algunos minutos en contratar la tarjeta virtual y poder empezar a utilizarla.
BBVA
La tarjeta virtual BBVA no cuenta tampoco con cuota de ningún tipo, y tampoco comisiones, e igualmente está disponible para clientes de la entidad bancaria. Tampoco cuenta con soporte físico para compras y pagos offline, y está más limitada: las recargas que podemos hacer son de un máximo de 600 euros.
Banco Santander
La tarjeta virtual Santander nos ofrece recargas máximas de hasta 1.650 euros, y tiene ciertas comisiones, a no ser que se realice con ella un mínimo de compras. Como ventaja, frente a otras tarjetas virtuales que señalamos en este artículo, ofrece la opción de recarga en cajeros de la entidad. No obstante, la mayoría de ellas se pueden recargar por Internet en la web de nuestro banco, o directamente desde la aplicación para teléfonos inteligentes.
La Caixa
La Cybertarjeta de La Caixa no cuenta con soporte físico para compras offline, y no tiene comisión de alta; no obstante, esta tarjeta virtual de prepago para hacer compras por Internet tiene una comisión del 1% que se aplica a todas las recargas que llevemos a cabo. Si hacemos una recarga de 100 euros, por tanto, tendremos que pagar 1 euro de comisión. Y así por todas las recargas que llevemos a cabo, luego es más cara que otras alternativas que señalamos en este artículo.
EVO
Si necesitamos más de una tarjeta virtual, la de EVO es una posibilidad interesante. No vamos a disponer de soporte físico para poder hacer compras fuera de Internet, pero podemos hacer compras offline y disfrutar de una tarjeta virtual que no tiene comisiones ni cuota de ningún tipo.
Openbank
La tarjeta virtual de Openbank nos ofrece la posibilidad de hacer recargas de un máximo de 3.000 euros, mucho más que la mayoría de las que comentábamos anteriormente, y se puede recargar no solo desde Internet –en su web o en la aplicación para dispositivos móviles-, sino también a través de cajeros automáticos. En este caso, además, contaremos con una tarjeta virtual que no tiene comisiones ni cuotas, siempre y cuando alcancemos el mínimo de compras que señalan.
Contratar una tarjeta virtual para compras online
Por norma general, es buena idea usar este tipo de tarjetas en fechas señaladas, como el Black Friday. El motivo por el que muchos consumidores contratan una tarjeta virtual es que, como comentábamos, quieren mayor seguridad a la hora de hacer sus compras por Internet. Y eso es, efectivamente, lo que nos garantiza esta opción de tarjetas prepago.
Sobre todo, si vamos a comprar fuera de comercios online reconocidos como Amazon. No obstante, debemos tener en cuenta las condiciones, como en tarjetas virtuales que comentábamos anteriormente, porque en algunas se aplica una cuota de mantenimiento, o de alta, o comisiones por las recargas que llevemos a cabo.
También debemos tener en cuenta que algunas de estas tarjetas virtuales están limitadas, por la sencilla razón de que el importe máximo de recarga que aceptan es algo reducido. Si queremos comprar artículos de precio elevado tendremos que hacer varias recargas, en algunos casos. No obstante, si contratamos una tarjeta virtual sin costes de ningún tipo, efectivamente vamos a conseguir una mayor seguridad. Si, por ejemplo, los datos de esta tarjeta fueran robados, no podrán quitarnos más dinero del que estuviera pre cargado en esta tarjeta virtual.
Y si la compra online que llevemos a cabo fuera una estafa –que podemos evitar fácilmente-, tampoco estaremos poniendo en riesgo nada más que los fondos que hubiera pre cargados en esta tarjeta. No obstante, si compramos únicamente en tiendas online reconocidas, nuestros datos bancarios deberían estar siempre a buen recaudo.