La conexión a Internet en casa se ha convertido en un imprescindible. Gracias a este invento, los s podemos estar informados de lo que ocurre en el mundo o comunicarnos con otras personas pese a la distancia. Con el paso de los años, se han implementado mejoras al WiFi para que experimentamos cada vez menos caídas o señales débiles. Sin embargo, eso no nos exime de tener problemas con la cobertura inalámbrica de vez en cuando. En esos casos, la mejor forma de resolverlo es conectarse a Internet a través de un cable Ethernet. Esta solución aporta mayor estabilidad de red. Sin embargo, hay varios tipos de cables de Ethernet. ¿Cuál debemos elegir según nuestra tarifa de banda ancha fija contratada? ¿Qué ventajas o inconvenientes tienen?
El cable de red o Ethernet es una de las medidas más efectivas para combatir según que caídas de Internet. No siempre es posible recurrir a esta opción, ya que implica utilizar un dispositivo con puerto Ethernet y estar cerca del router. Sin embargo, es clave en ocasiones en las que no podemos sufrir problemas de red bajo ninguna circunstancia, como durante el teletrabajo o un examen online. Además, podemos emplear sistemas WiFi Mesh para tener más opciones de conexión por cable en más puntos de la casa.
Muchas veces, el cable de red resulta un rio imprescindible para tu Smart TV. Sobre todo si quieres ver Netflix, Amazon Prime Video u otras plataformas en streaming sin que la película o el capítulo se pare a mitad por una caída de Internet. No obstante, también puede usarse para el ordenador portátil o para un sinfín de aparatos más con puertos Ethernet. Recurriendo a la conexión caleada, podemos hacer que la conexión no sea inestable y aprovechar al máximo la velocidad de fibra óptica que te corresponde por contrato.
Además, hay que tener en cuenta en todo momento que la transmisión es más rápida. Aunque, como es lógico, tiene el inconveniente de “dependencia” frente al WiFi. No podemos utilizar esta alternativa a la señal inalámbrica si el aparato está lejos del router. Aunque existen excepciones si utilizamos un sistema de malla con puertos Ethernet, que «alargan» esta función a otras habitaciones. Más allá de conocer las ventajas, podemos creer que basta con comprar un cable Ethernet para conectarnos y ya está.
Pero, lo cierto es que no todo es eso. Básicamente, porque hay diferencias entre ellos, tanto en la velocidad de transferencia como en la frecuencia de transmisión. No obstante, también verás diferencias en la protección que los recubre. Por lo que pasaremos a ver los diferentes tipos y en qué deberemos fijarnos a la hora de comprar uno.
Tipos de cable Ethernet
Como os veníamos avisando, existen diferentes tipos de cables ethernet, ya que unos y otros cuentan con diferentes características. Por esto mismo, os venimos a explicar en dos cosas en las que debes fijarte. Pero, sobre todo, en que se diferencian los cables Ethernet: la categoría y la protección. A continuación, te detallamos las diferentes categorías existentes que podemos encontrar en la actualidad.
De todas formas, y en dirección a ello, es importante que sepas al respecto de los cables ‘CAT’ que veremos a continuación, donde los más nuevos (tienen diferentes categorías) tienden a itir anchos de banda más altos y, por lo tanto, aumentan las velocidades de descarga y conexiones más rápidas. Ten en cuenta que los cables Ethernet más largos resultarán en velocidades de transmisión más lentas.
Categorías de cables Ethernet
Se diferencian, como decimos, en la velocidad o en la frecuencia de transmisión. La frecuencia nos dice la potencia que tiene el cable. A mayor longitud, más posibilidad de que la potencia se vaya perdiendo a medida que avanza hasta llegar al dispositivo en cuestión. La velocidad, por su parte, nos permite saber la velocidad máxima soportada por el cable. De nada sirve que tengas una gran velocidad contratada si no puedes disfrutarla a través del cable Ethernet que vas a utilizar. Cada cable se conoce como CAT 5, CAT 5E, CAT 6, CAT 6A… Hasta CAT 8. Se trata de la denominación que se ha ido dando con el paso del tiempo a estos cables y cada una de las categorías cuenta con mejores con respecto a la anterior. Por ejemplo, nos permite mayores velocidades de transmisión.
- CAT 5 nos permite una velocidad de 100 Mbps y frecuencia de 100 MHz.
- CAT 5e nos permite una velocidad de 1.000 Mbps y frecuencia de 100 MHz.
- CAT 6 que nos ofrece velocidades de hasta 1.000 Mbps y frecuencia de 250 MHz.
- CAT 6A con velocidades de 10.000 Mbps y frecuencia de 500 MHz.
- CAT 7 con velocidades de 10.000 Mbps y frecuencias de 600 MHz.
- CAT 7A con velocidades de 10.000 Mbps y frecuencias de 1.000 MHz.
- CAT 8 con velocidad de 40.000 Mbps y frecuencia de 2.000 MHz.
Cada tipo de cable Ethernet lleva asociada una velocidad de transmisión de datos y de descarga, y también una frecuencia,
En este caso, la frecuencia indica la potencia de la red. Pero hay que tener en cuenta que, a mayor longitud del cable, mayor será la pérdida de datos. Normalmente, el pico de velocidad obtenido será mayor en cables de un metro que en cables de cinco metros. Por eso, si se necesita un cable muy largo, sería más interesante optar por categorías altas.
Cables anteriores a CAT 5 (CAT-3) son cables obsoletos y totalmente desaconsejables. Podemos encontrarlos por casa, pero ya prácticamente no se fabrican y te recomendamos que apuestes siempre por modelos iguales o superiores a categorías 5e, como veremos en los próximos párrafos.
Cables Ethernet Cat 5 y 5e
Los cables más populares del mercado, aunque cada vez más desaconsejados por la irrupción de nuevas tecnologías que necesitarán Cat 6 o superior. Permiten una velocidad máxima de transmisión de 1000 Mbps a distancias de hasta 100 metros. Para conexiones de fibra de 500 o 600 Mbps son más que suficientes, pero no lo serán para las de 1 Gbps ni mucho menos, para las futuras XGSPON de 10 Gbps.
Distancias máximas según los estándares
Las distancias máximas de los diferentes estándares que existen actualmente son hasta 100 metros, sin embargo, esto depende del estándar 802.3 utilizado y también de la categoría de los cables de red que estemos utilizando.
- 1000BASE-T: cualquier cable que usemos que sea Cat5e o superior tiene un límite de hasta 100 metros de distancia. No obstante, esta distancia máxima es por segmento, de switch a switch, por ejemplo, pero podemos instalar varios switches o «repetidores» en cascada hasta llegar a 5 repetidores entre el origen y el destino.
- 2.5GBASE-T: este estándar nos permite alcanzar distancias de hasta 100 metros con el cableado Cat5e o superior, por lo tanto, no tendremos problemas en cubrir grandes distancias.
- 5GBASE-T: este estándar permite alcanzar los 100 metros con cableado Cat 6 o superior, en este caso, este estándar no es compatible de forma oficial con cableado Cat5e, aunque seguramente puedas obtener estas velocidades si los pruebas eléctricamente y siempre que sea con distancias muy cortas.
- 10GBASE-T: este estándar permite alcanzar los 100 metros con cableado Cat 6A o superior. Si utilizas cableado Cat 6 podrás tener una distancia de hasta 37 metros con diafonía no favorable, y hasta 55 metros con diafonía favorable. Si vas a usar cables Cat 6 con este estándar a 10Gbps, es necesario que los pruebes eléctricamente para ver qué velocidad podrás conseguir.
Cómo distinguir el cable de red
Puede que todavía no sepas cuál es el tipo de cable de red que tenemos casa, pero, lo cierto es que para averiguar el tipo de cable de red Ethernet que tenemos, bastará con seguir estas dos maneras de descubrirlo. Y es que, no tiene ningún tipo de misterio. Por ejemplo, la primera opción que tendremos será mirar en el paquete en el que vino ese cable en concreto, dentro de sus especificaciones podremos llegar a encontrar qué tipo de cable es en particular.
Aunque, no siempre es posible, si ese es tu caso, tendrás que recurrir a la segunda alternativa. Básicamente, porque por lo general, cuando ya ponemos los cables de red, es lógico que tiremos la caja para que no ocupe espacio por casa. Por tanto, deberemos pasar a esta segunda opción.
Para ello, tendremos que mirar la capa externa del plástico que recubre todo el cable. En ella, podremos llegar a poder distinguir la categoría de un cable de red y mucho más. En la siguiente imagen podemos ver cómo es un cable CAT 5e y es del tipo UTP que no tiene apantallamiento. Por lo tanto, esta segunda alternativa será la más utilizada y la que mayor facilidad tendrá a la hora de conocer qué tipo de cable de red Ethernet estamos utilizando actualmente.
En cuanto a la protección, no necesitarás un apantallamiento muy completo si simplemente vas a conectar el cable desde el router al ordenador o desde el router a la Smart TV. Te bastará lo más básico y no hay ningún problema en que uses un cable Ethernet con apantallamiento UTP, más económico. Si quieres crear una instalación de red doméstica, la categoría 5E de cable Ethernet se nos queda demasiado pequeña y se nos saturará. En caso de crear una red local, es más recomendable apostar por cables de categoría 6A o superior. En modelos CAT 6A, CAT 7 o CAT 7A tenemos velocidades de hasta 10.000 Mbps así no encontraríamos ningún problema de saturación ni cuellos de botella y podrá soportar sin problemas la transmisión desde varios dispositivos. Los cat 8 pueden tener velocidades de 40.000 Mbps.
Por otro lado, a medida que los routers han ido actualizándose, estos se han vuelto más rápidos y eficientes. Es por ello que, si acabas de comprarte un router necesitarás un cable acorde con el que puedas aprovecharlo al máximo. Una buena idea, por tanto, será elegir una de las versiones más recientes, tanto para aprovechar la velocidad de conexión como para preparar su configuración. Es decir, tendrías que elegir al menos un cable CAT6a o incluso un CAT8. De esta forma podrás asegurarte de que tu conexión es lo más estable posible.
Cómo hacer mi propio cable Ethernet
Una opción es fabricar tu propio cable, es decir, comprar la longitud de cable que necesites pero sin conectores, hacer la instalación y luego crimpar los conectores. Para ello vas a necesitar lo siguiente:
- Cable de red
- Conectores RJ45
- Tijeras
- Crimpadora
Antes de crimpar los conectores, debes instalar el cable donde quieras tenerlo, ya sea por tubo o grapeado por la pared hasta el punto final y una vez que lo tienes, comenzará el proceso de crimpado para ponerle los conectores.
En primer lugar deberás pelar la punta unos 2 o 3 cm para que queden expuestos los 8 hilos trenzados. Destrénzalos de modo que queden separados unos de otros para poder ordenarlos según el código de colores, que puede ser tipo A o tipo B.
Una vez que has ordenado los colores, solo tienes que cortarlos de manera perpendicular para que todos queden a la misma altura, introducir el conector con cuidado de no doblar los cables y crimparlo utilizando la crimpadora.
Este proceso tendrás que repetirlo en los dos extremos del cable, y una vez tengas las dos puntas crimpadas, deberás realizar una comprobación para asegurarte de que funciona correctamente. Puedes hacerlo mediante un equipo específico para hacer este tipo de comprobaciones que se llama tester, o simplemente conectando el cable al router y al ordenador y comprobando que tenga a Internet.