Las plataformas de contenido en streaming son las que mayor popularidad han conseguido cuando hablamos de disfrutar de todo tipo de documentales, series o películas desde el ordenador o incluso desde el televisor. Cada vez hay más contenido en alta definición y dispositivos que lo soportan, sin embargo, el hecho de que estos contenidos lleguen a través de Internet hace que se requiera un gran ancho de banda para tener una buena experiencia. El gran aliado para ello es el estándar H.265 o HEVC.
Para que los s puedan disfrutar en sus hogares y desde sus diferentes dispositivos de una buena experiencia al ver contenidos en streaming sin tener problemas, lo cierto es que este formato de compresión juega un papel importante. Y para que puedas saber más acerca de este método de codificación, toca conocer primero exactamente qué y para qué sirve, además de sus ventajas e inconvenientes.
Qué es HEVC
Aunque muchos ya estarán al tanto de lo que es este nuevo estándar, seguro que para otros muchos es todavía un término bastante desconocido. En este caso, hay que decir que HEVC son las siglas de High Efficiency Video Coding, o lo que viene a ser la misma codificación de vídeo de alta eficiencia.
Es conocido también H.265 o incluso como MPEG-H parte 2 y fue lanzado en el año 2014 como el sucesor a H.264. Sin embargo, no es otra cosa que una norma que define un formato de compresión de vídeo que puede proporcionar mejor calidad de vídeo con la misma tasa de datos.
Por lo tanto, podemos decir que H.265 es el último y más avanzando estándar de compresión de vídeo creado para ofrecer una mayor eficiencia de codificación y una mejor calidad de vídeo. Y es que permite comprimir vídeo con una relación de datos doble con la mitad de la velocidad de bits para mantener la misma calidad de vídeo y, además, reducir a la mitad el espacio que ocupa con respecto a H.264.
Para qué sirve
Este formato de compresión surge como necesidad a la era digital y tecnológica que vivimos hoy en día, ya que cada vez va habiendo más contenido en 4K e incluso estamos a las puertas del contenido en 8k. Vídeos que debido a su gran calidad ocupan mucho espacio y hace que requieran de muchas exigencias a la hora de descargarlos o reproducirlos con la mejor calidad.
Por lo tanto, HEVC o H.265 sirve para comprimir este tipo de contenidos y para que su reproducción y descarga sea mucho más rápida sin necesidad de tener que contar con anchos de banda tan grandes. En otras palabras, la experiencia es mucho mejor de manera más sencilla. Eso por no olvidarnos del ahorro importante de espacio que esto supone también, puesto que ocupan la mitad de espacio que los vídeos comprimidos con H.264.
Además de lo anterior, hay que tener en cuenta que este códec también ha generado polémica. En un primero momento, lo cierto es que este formato ya venía incluido en los ordenadores con Windows, ya que Microsoft incluía este códec en su sistema operativo. Sin embargo, el fabricante decidió separarlo y ponerlo a la venta desde su tienda como una extensión por 0,99 euros. Por lo que es un detalle que hay que conocer si quieres instalarlo en tu PC.
Ventajas e inconvenientes del H.265
Este códec pensado en su gran parte para que los s puedan disfrutar en mayor medida de los contenidos en streaming cuenta con una serie de beneficios. Estas son las principales ventajas del H.265 con respecto al H.264:
- HEVC permite hasta 8K y 300 fps, mientras que H.264 está limitado a vídeo 4K a 60 fps. Por lo que el cambio es bastante notable de una versión a otra.
- H.265 permite reducir a la mitad el espacio que ocupa un contenido al codificar el vídeo a la tasa de bits más baja posible manteniendo el nivel de calidad. Por lo que ofrece también una mejor experiencia visual
- Con un ancho de banda menor, H.265 ofrece una calidad mucho mayor que H.264
- Lo vídeos en H.265 tienen menos errores y artefactos, por lo que aumenta la calidad de imagen con respecto a H.264.
- En el nuevo estándar, la información de los píxeles originales del fotograma anterior puede dividirse en diferentes tamaños para adaptarse mejor a cada escena. Una técnica conocida como CTU o Coding Tree Units con la que los espacios con información de otro fotograma pueden ir en bloques de entre 4×4 y hasta 64×64, mientras que en H.264 solo puede ser hasta 16×16.
- H.265 mejora en los algoritmos de segmentación, ya que no solo comparan dos fotogramas a la vez, sino que intentan aprovechar y compartir la misma información en más fotogramas. Esto hace que la información que no cambie pueda ser reutilizada durante más fotogramas.
- También ofrece una mejora en el seguimiento del movimiento con respecto a H.264. Es decir, teniendo en cuenta que normalmente los planos tienen cierto movimiento, lo que hace que las mismas partes cambien ligeramente de posición, esta mejora permite que es pueda aprovechar información, aunque no se encuentre en la misma zona de la pantalla.
- Esta versión es la que se usan las plataformas de streaming. Y todo debido a que pueden sacar partido para ofrecer una mejor calidad de imagen a los s a través de estos servicios de streaming, como es el caso de Netflix, HBO Max, Disney+, etc.
Ahora bien, no todos son ventajas, ya que, aunque el H.265 es un estándar aprobado desde hace años lo cierto es que no está extendido todo lo que debería. Por lo tanto, toca conocer también esa serie de puntos negativos que hay que conocer sobre este método de codificación:
- Son pocas las plataformas que lo usan y, además, no resulta sencillo encontrar contenido en H.265, ya que H.264 sigue siendo todavía el más extendido, pese a que la tendencia está cambiando.
- Hay que pagar 0,99 euros para tener este códec en un ordenador con Windows 11.
- Por otro lado, al no ser de código abierto, existen una serie de compañías que no lo utilizan. Es el caso de Google, por ejemplo, que ha apostado por otras alternativas (VP8, VP9, AV1…) para no ceder su oposición al MPEG. No obstante, es innegable que H.265 es el estándar de esta generación.
- El uso de algoritmos de compresión complejos hace que se necesiten mucha potencia de cálculo. Para hacernos una idea, exportar un vídeo en H.265 o HEVC en un PC tardará mucho más que en H.264, aunque para la mayoría de lo que les importa es la velocidad de decodificación más que codificar vídeos. HEVC requiere hasta 10 veces más cálculos que el H.264.
- Aunque HEVC o H.265 es el estándar de compresión más avanzado, lo cierto es que no ha resultado ser óptimo para el contenido en 8K, de ahí que haya nacido H.266 o VVC, el nuevo códec que también promete revolucionar la industria. Detrás de este nuevo estándar están detrás empresas de la talla de Apple, Ericsson, Intel, Huawei, Microsoft, Qualcomm o Sony y promete ser hasta un 50% más eficiente que HEVC o H.265.Esto implica que un vídeo en 4K de 90 minutos de duración estaría ocupando unos 10 GB con HEVC, pero pasa a ocupar tan solo 5GB con VVC. Teniendo en cuenta que el 80% del tráfico de Internet es vídeo, el nuevo estándar podría suponer un antes y un después, aunque también hay que ver los requisitos a nivel de software y hardware para poder codificar y descodificar contenido en VVC.
Por lo tanto, con esta serie de puntos a favor y en contra, ya puedes sacar tus propias conclusiones acerca de este formato de compresión para los contenidos en streaming.
Diferencias con las versiones anteriores
Uno de los primeros puntos que hay que tener en cuenta acerca de este códec es que es más eficiente que las versiones anteriores. Concretamente, puede llegar a ser hasta un 50% más que, por ejemplo, el códec H.264, es decir, la anterior versión. Con esto mismo, lo cierto es que consigue ofrecer la misma calidad de imagen, pero con una menor cantidad de datos.
De ahí que se use para resoluciones Ultra HD o, incluso, puede itir opciones mayores como 2K, 4K o hasta 8K. Mientras que, las versiones anteriores, lo cierto es que estaban más limitadas en cuanto a resolución. Por ejemplo, el códec anterior estaba capado a 4K 60 FPS.
Por otro lado, las versiones anteriores de códec usaban macrobloques para la codificación de vídeo. En cambio, este códec usa unidades de codificación en árbol o CTU (Coding Tree Units). Por lo que permite utilizar estructuras de bloque mayores y no solo esto, sino que también se mejora el particionado de la imagen, llegando ahora a ser de tamaño variable. Y justamente esto es una de las principales ventajas de esta versión de códec.
Cómo instalar el códec HEVC en Windows 10/11
Si necesitas reproducir vídeo con codificación HEVC en Windows 10, puedes utilizar los códecs K-Lite con su reproductor Media Player Classic, que ya son compatibles con este formato. Te explicaremos cómo hacerlo en el siguiente epígrafe. El navegador Google Chrome es compatible desde hace tiempo y la gran mayoría de hardware desde 2014 también lo es tanto para codificar como decodificar este formato. Si eres de Windows 10, a continuación, vamos a mostrar cómo instalar de forma gratis el códec HEVC para poder ver películas o contenidos en 4K en tu PC.
Si has tratado de instalar este códec en Windows es posible que hayas visto que es de pago. Pero no te preocupes, porque hay un truco para poder descargarla gratis.
Si nos dirigimos a la tienda de Microsoft Store y buscamos la palabra clave “HEVC” la única opción que nos aparecerá será la de pago. Si por alguna razón esta es la única opción que tienes disponible, o bien no te importa pagar, puedes proceder mediante los siguientes pasos para instalar esta extensión en tu PC:
- Pulsa sobre el botón de 0,99 euros.
- Tendrás que confirmar el poniendo la contraseña de tu cuenta de PC.
- Si no tienes un método de pago, tendrás que añadir uno.
- Una vez que completes la compra, ya podrás tocar sobre el botón de Instalar.
Ahora bien, si prefieres optar por la vía sin coste, esto es lo que tienes que hacer: simplemente tienes que entrar a la Microsoft Store como fabricante, en lugar de como . Para ello, en tu ordenador Windows, pega la siguiente dirección en la barra de búsqueda de tu navegador: [ms-windows-store://pdp/?ProductId=9n4wgh0z6vhq]. El navegador abrirá la tienda de Microsoft, y ahí, deberías poder descargar la app «HEVC Video Extensions from Device Manufacturer» sin ningún coste.
HEVC en Mac
Tal vez te preguntes si para ordenadores de Apple, Mac o MacBook, es necesario instalar algún tipo de extensión para disfrutar también de HEVC. Lo cierto es que tanto en los ordenadores conn MacOS Sierra o superior, como en los iPhone con iOS 11 o superior, ya viene integrada la compatibilidad con HEVC, así como con fotografías en formato HEIF. Tal y como indican desde Apple, HEVC permite que los vídeos ocupen menos espacio en disco, y por tanto que también te ocupen menos en iCloud. Tampoco tendrás que descargar ningún códec adicional para poder editar o trabajar con vídeos en H.265.
Si lo necesitas, porque vayas a ver el contenido en otro dispositivo que no es compatible con H.265, puedes convertir el formato mediante QuicTime Player: abre un vídeo HEVC en QuickTime Player en el Mac, selecciona Archivo > Exportar como. En el cuadro de diálogo que se abre, utiliza el menú emergente para cambiar de Tamaño de archivo más pequeño (HEVC) a Mayor compatibilidad (H.264) antes de pulsar en Guardar. Si ves una casilla de verificación HEVC en lugar de un menú emergente, solo tienes que anular la selección de la casilla de verificación antes de guardar.
HEVC en Linux
También puedes disfrutar de HEVC en tu sistema operativo Linux, como por ejemplo Ubuntu. Si intentas abrir un vídeo HEVC con VLC y te sale un mensaje de error, diciendo que no se soporta ese formato, será indicativo de que no tienes instalado el códec necesario. En estos sistemas operativos, muchas de estas funciones se realizan mediante un código en la terminal. El proceso va a ser muy sencillo, simplemente tienes que abrir la terminal estando conectado a Internet, e introducir las siguientes líneas:
[sudo apt-add-repository ppa:strukturag/libde265]
Una vez introducida y presionado enter, podemos actualizar el sistema al completo introduciendo:
[sudo apt-get update]
[sudo apt-get install vlc-plugin-libde265]
Una vez hecho esto, reiniciamos y probamos de nuevo a abrir el archivo con VLC. Esta vez sí que nos debería dejar.
Alternativas gratuitas
Y si no quieres pagar o no puedes instalar esta extensión, también existen algunas alternativas que son igual de buenas. De esta manera, no te verás en la obligación de tener que pagar para tener esta aplicación en particular en tu ordenador. Además de que te serán de gran ayuda cuando no puedes optar por la versión gratis al no tener un PC con Windows 10.
Estos reproductores tienen la ventaja de que incluyen en su instalación todos los códecs que vamos a necesitar, y están pensados para reproducir todo tipo de contenido sin que nos tengamos que preocupar por nada más. Además de que estos reproductores los puedes instalar de manera gratis en tu PC con Windows:
K-Lite Code Pack
También podemos utilizar K-Lite Codec que es uno de los packs de códecs más completos y famoso que ay actualmente en el mercado. Es un pack que nos va a permitir ver cualquier tipo de video en Windows, ya que consta de la inmensa mayoría de códec del mercado y todos sumamente actualizados K-Lite Codec Pack ofrece cinco versiones:
- Basic: en este caso tenemos compatibilidad con AVI, MKV, MP4, FLV, MPEG, MOV, TS, M2TS, WMV, RM, RMVB, OGM, WebM, MP3, FLAC, M4A, AAC, OGG, 3GP, AMR, APE, MKA, Opus, Wavpack, Musepack, DVD y Blu-ray.
- Standard: todo lo que trae la versión anterior además del reproductor Media Player Classic Home Cinema, también trae MadVR que es un renderizador y tendremos también MediaInfo Lite.
- Full: sumaremos a lo que tienen las anteriores versiones herramientas como DC-Bass Source Mod y GraphStudioNext.
- Mega: igual que la versión Full, pero con el importante añadido de tener el procesador y descodificador ffdshow.
- Update: la última versión que nos ofrecen es aquella donde los códecs se van actualizando a medida que se lanzan nuevas versiones. De esta manera será el sistema el que lo haga automáticamente sin tener que estar nosotros pendientes de cuando sale una nueva versión del pack. Es realmente mucho más cómodo.
Con este pack tenemos asegurados todos los códecs que necesitemos para nuestro día a día. Y lo mejor de todo es que vas a poder descargar esta colección de códecs de manera gratuita para Windows.
VLC
Este programa es un auténtico clásico en Windows. Se trata de una alternativa de código abierto que lleva años ofreciendo la mejor compatibilidad con formatos y códecs de vídeo. Este reproductor está disponible en Windows 10, Windows 11 y también en otros sistemas como macOS, Linux y Android.
Si tienes una versión previa a VLC 3.0, necesitas sí o sí instalar el paquete de códecs del que te hemos hecho referencia hace unas líneas. Sin embargo, si tienes una versión más moderna, puedes utilizar este reproductor sin tener que instalar nada más, pues el programa ya soporta el códec de vídeo H.265 de forma nativa.
Además del soporte de este códec, VLC es un gran programa para reproducir vídeo gracias a su enorme catálogo de funcionalidades. Sirve para reproducir vídeo, música, streaming e incluso cámaras IP. No tiene anuncios y es un software completamente gratuito. Puedes descargarlo en la página oficial de VideoLAN Organziation.
Son pocas las plataformas que lo usan todavía, y para encontrar contenido en H.265 tenemos que recurrir a algunas páginas de torrent en las que se suben algunos capítulos de series con un resultado bastante bueno en términos de calidad, y con un peso muy reducido, que se sitúa en torno a 2.5 veces lo que ocupa la misma versión en H.264. A pesar de esto, dentro de unos años se convertirá en el estándar más utilizado.
Llegados a este punto, ¿es mejor la calidad de vídeo de las plataformas de streaming o la de los Blu-Ray? A pesar de que el códec H.265 proporciona numerosas virtudes para la transmisión de vídeo, como una mayor velocidad de bits, un seguimiento de movimiento de imagen más suave y fluido, o una resolución más alta, también es verdad que las empresas VOD necesitan Internet para emitir todo su contenido. Esto quiere decir que, para que una serie o película pueda disfrutarse adecuadamente sin que se produzcan fallos durante la transmisión, el formato de vídeo aparece comprimido. Así, el flujo de datos de información de la imagen se reproduce sin ningún contratiempo, el buffer carga lo suficientemente rápido como para que no afecte a la reproducción y la experiencia visual aumenta notablemente mientras disfrutas de tu contenido favorito.
En caso contrario, el Blu-Ray mantiene la esencia pura de la visualización de la película o serie, de tal manera que no verás pérdida de calidad de imagen ni compresión. De hecho, es muy probable que un Blu-Ray 1080p tenga mejor calidad que una transmisión 4K por vía streaming. La ventaja de estos discos es que contienen colores más naturales y realistas, e incluso los originales de la película, una profundidad de imagen más elevada y detalles más nítidos.
Por ello, por mucho que veamos una película de streaming a una resolución Ultra HD no significa que se vea mejor, sino que también hay que tener en cuenta otros factores, como el nivel de compresión o el bitrate (tasa de bits o velocidad de lectura). Para que te hagas una idea, respecto a este último apartado, el bitrate máximo de los Blu-Ray es de 40 mb/s y el de una aplicación de streaming no suele superar los 25 mb/s, lo que se traduce en una velocidad de transmisión multiplicada prácticamente por 2.