Compramos una nueva Smart TV, llega a casa, abrimos la caja, la sacamos cuidadosamente, la colocamos en el mueble y empezamos el proceso de conectar los cables. Primero la antena de la TDT, luego el cable HDMI de la consola, después del cable de alimentación y… ¿Cómo la conectamos a Internet? Aquí empieza el dilema que nos hará tener que elegir entre la conexión cableada mediante cable de red ethernet o bien la conexión inalámbrica mediante tecnología WiFi. Aunque puede parecer una decisión sencilla, lo cierto es debemos tener en cuenta varias cosas, antes de nada.
Las Smart TV ya son el centro multimedia conectado del hogar y, para ello, necesitan una conexión a Internet de calidad. Esta conexión será clave para ofrecer un buen rendimiento en aplicaciones como Netflix, HBO, Amazon Prime Video… pero también en cualquier otro servicio conectado que nos ofrezca el televisor. Para que nos hagamos una idea, Netflix en 4K necesita 25 Mbps por segundo para funcionar, YouTube en 4K funcionará con 20 Mbps y Amazon Prime Video con 5 Mbps será capaz de reproducir contenido HD.
Razones para usar WiFi
Antes de entrar a valorar los pros y los contras de la tecnología inalámbrica, debemos conocer el estándar WiFi con el que está equipada nuestra Smart TV. Lo normal es que tengamos WiFi 4 o WiFi 5, estando reservado el nuevo WiFi 6 a los modelos más modernos y de más alta gama. La velocidad teórica de estas modalidades es de 300 Mbps, 1,3 Gbps y 9,6 Gbps, aunque en la práctica tendremos bastante menos velocidad.
Velocidad, latencia y estabilidad
La velocidad que ofrece una red WiFi se ve tremendamente influenciada por varios factores. En primer lugar, el ya mencionado del estándar WiFi, tanto del que tengamos en el router como el que sea capaz de soportar la televisión. De nada nos servirá tener un flamante router inalámbrico de última generación si nuestra televisión no soporta esa tecnología.
Ahora bien, al contrario de lo que sucede con la conexión por cable, es posible que tu Smart TV pueda pasar de los 100 Mbps. Eso sí, depende de la banda Wi-Fi que se use. Si es compatible con la de 5 GHz y la TV está conectada a esta, entonces puede alcanzar los 150 Mbps o hasta 200 Mbps. No obstante, también dependerá del router que tengas, dónde está ubicado y de lo moderna que sea la tele que tienes en casa.
Otro aspecto que influye en la velocidad que recibimos de la red inalámbrica reside en la ubicación del router. Si está muy lejos, si hay muchos obstáculos por medio como paredes, si existen electrodomésticos “contaminando” el espectro de frecuencias… y así un largo etcétera de motivos que hacen que no sea el tipo de conexión más estable del mundo.
Las redes WiFi también dependen de los canales WiFi. En caso de estar en una comunidad con muchos vecinos, es posible que esta conexión no rinda todo lo bien que debería por la saturación de los canales. Los routers actuales son capaces de elegir el mejor canal, pero esto no siempre funciona a la perfección.
Por otro lado, en lo que respecta a latencia, esta es mayor en conexiones inalámbricas que en cable, por lo que no es la opción más recomendable en juegos online o donde se busque reducir esta a niveles mínimos. Aunque la conexión sea de buena calidad, es algo que puede marcar mucho la diferencia en ciertas situaciones.
Seguridad
Los últimos estándares como WPA3 ofrecen muchas mejoras a nivel de seguridad, pero ya se han conocido casos de vulnerabilidades que permiten atacar estas redes. Las redes inalámbricas sufren de estos problemas y, sin ir más lejos, el estudio publicado en mayo de 2021 bajo el nombre de “Fragment and Forge: Breaking Wi-Fi Through Frame Aggregation and Fragmentation” pone de manifiesto que vulnerabilidad que afectan desde WEP hasta WPA3.
Siempre puedes tomar pasos adicionales para mejorar la seguridad de tu red WiFi y que son muy sencillos, pero por norma general el medio no se preocupa demasiado por ellos. Cambios tan sencillos como son cambiar el y la contraseña al gestor del router (que por defecto suele ser o 1234), o cambiar el nombre de la red o SSID. Además, puede ocurrir que el router que tengas en casa sea muy antiguo y no sea compatible con estas tecnologías de cifrado, por lo que si tienes tu Smart TV o más equipos importantes quizás deberías plantearte cambiar de modelo.
Por último, si nuestro hogar es grande es posible que hayamos acudido a algún tipo de amplificador WiFi u otras soluciones alternativas como son los PLC o las redes de malla. Por la distribución de estos en el hogar es posible que tengamos la televisión conectada a ellos en lugar del router, algo que deberíamos saber para mejorar la seguridad. De hecho, los amplificadores de señal o los dispositivos de las redes de malla más modernas suelen incorporar nuevas características que hacen que sean más seguros de utilizar, y que se activan a través de una aplicación en muy pocos pasos.
La primera sería cablear la casa con cable de red, llevando este de una habitación a la otra. Esto no es complicado si tenemos unas nociones básicas de instalaciones, pudiendo aprovechar las existentes en casa para televisión. La segunda opción es usar un PLC colocando un enchufe en la habitación en la que tenemos el router y el otro al lado de la Smart TV. Incluso si la televisión se encuentra en la misma estancia de la casa que el router, es probable que no quieras cables de por medio. Y tampoco te apetezca recurrir a fundas o canaletas para esconder el cable de red ya que esto puede afear un espacio de tu casa que quieras libre de todo tipo de elementos.
Sin embargo, conectar la tele por cable es mucho más rápido que hacerlo por WiFi. De forma general, basta con conectar el cable y todo se configurará automáticamente. En el caso de la conexión inalámbrica, tendremos que buscar la red WiFi e introducir la contraseña, proceso tedioso con el mando a distancia en caso de tener una contraseña larga.
Qué conexión es mejor para la TV
Leyendo todo lo anterior, mi conclusión es que siempre se debe optar por el cable cuando sea posible. Sin embargo, también es cierto que, en determinadas circunstancias, el WiFi puede ofrecernos un gran rendimiento. Si sólo tenemos disponible cable y funciona bien, no haremos nada. Si no tenemos cable y nos llega bien el WiFi sin pérdidas de calidad de imagen, tampoco será necesario que nos decantemos por la otra alternativa. Por tanto, aquí hay que usar un poco la cabeza y el sentido común para elegir bien.
Pero ¿y si tengo ambas opciones? Pues lo mejor será realizar un test de velocidad de ambas tecnologías para comprobar su rendimiento. Si la televisión está limitada a Fast Ethernet, puede que una conexión WiFi de calidad rinda algo mejor. Y todo porque si se conecta a la banda de 5 Ghz puede superar los 100 Mbps. Aunque es cierto que no necesitarás más de esta velocidad para ver películas o series en streaming. No obstante, mi recomendación personal es que siempre que tengamos la posibilidad, conectemos la Smart TV por cable (aplicable a todo tipo de dispositivos). Sobre todo porque no dependerá de tener una buena cobertura inalámbrica para que la conexión a Internet de tu televisor inteligente sea estable y funcione sin problemas.
En el caso de que queramos transferir archivos entre dispositivos a la máxima velocidad, lo más indicado es el cable de red Ethernet. Es necesario obtener el máximo rendimiento del cable. Esto es así en caso de servidores NAS, servidores de streaming o discos duros compartidos en el hogar.
Hemos hablado de comodidad, pero también es clave hablar de movilidad. Si vamos a desplazarnos de un lugar a otro, viajar, movernos de un lugar a otro de la casa, quizá lo más recomendable sea conectarnos por WiFi o hacerlo por cable en el momento en que dispongamos de esta conexión cercana. En cambio, si tienes el router cerca del televisor inteligente, sin duda, la opción más recomendable es la de usar el cable Ethernet para tener un Internet más estable que por Wi-Fi.