«La libertad en Internet podría desaparecer con la llegada de SOPA». Este ha sido uno de los argumentos más recurridos en las últimas semanas como rechazo a la ley antipiratería estadounidense conocida como SOPA (Stop Online Piracy Act). Pero, ¿a qué se deben tantas críticas a esta norma? Repasamos sus puntos clave.
A pesar de la paralización temporal de la temida ley SOPA, múltiples páginas de Internet han decidido sumarse a un apagón en protesta por su posible aprobación. Aunque se trata de una ley cuyo principal objetivo son las páginas que facilitan el a espiadas por si vulneran la propiedad intelectual y, por otro lado, sería un ataque a las plataformas en las que los s, utilizando su derecho a la libertad de expresión, aportan contenidos.
De este modo, se podría perseguir a un inmenso número de páginas de Internet, incluidas redes sociales como Facebook o Twitter por la actividad que desarrollan sus s con total libertad o incluso a buscadores como Google, cuya principal función es enlazar. Para los impulsores de SOPA, enlazar a cualquier contenido con copyright supondría un acto ilegal, lo que supone un ataque directo a una de las principales características de Internet. Cuán distinta es esta idea a la que tienen algunos jueces españoles, que en su momento aseguraron que «enlazar supone la esencia de Internet«.
Así pues, SOPA abre las puertas de par en par a la censura en Internet. Cualquier sitio podría estar bajo sospecha y diríamos adiós a la Red como la conocemos actualmente. ¿Podrán las presiones de las páginas de contenidos con la intención del Gobierno de EEUU? Por ahora parece que sus impulsores se han parado a reflexionar ante las múltiples críticas surgidas en Internet. Una pena, que los legisladores españoles no hayan tomado ejemplo y crean aún que la Ley Sinde-Wert -muy parecida en varios puntos a SOPA- es la forma de frenar la distribución de contenidos con derechos de autor sin el permiso de sus titulares.